El flagship club de Bund en Madrid materializa la sinergia entre lo formal y lo fluido, lo clásico y lo espontáneo. Un espacio singular articulado en base al método de funcionamiento de la marca y su propia identidad.

La venta privada y la atención personalizada estructuran un esquema de espacios de recogimiento e individualización que subrayan la intencionada diferenciación de un espacio comercial convencional, dando lugar a un mundo más privado.

El proyecto se plantea como un lugar de recepción compuesto por salas independientes conectadas entre sí por una circulación fluida mediante el uso de cortinas curvas y móviles. La zona de espera y las salas de ventas se ubican a la entrada, siguiendo la secuencia cronológica de la propia marca en su proceso de venta. Hacia el final del recorrido se encuentra el conjunto de las salas de prueba, ofreciendo la posibilidad de unirlas hasta crear un gran espacio unificado que permite flexibilidad de usos puntuales.