En el cosmopolita barrio de Chueca se encuentra este espacio único. Ubicado en el gran patio central de un señorial edificio de principios del siglo XIX, se cree que fue construido por el marqués de Casa Jiménez. Conserva su estructura original de hierro, de color grisáceo y marcado aire francés. Hoy convertido en un espacio efímero, cuenta con dos alturas y 76 metros cuadrados en total. El patio central le aporta un carácter especial, desde donde podemos contemplar con perspectiva el magnífico edificio, al abrigo de sus dos grandes castaños que aumentan aún más su encanto.

Historia del edificio: Los primeros planos datan de 1807 y se encargan para solicitar la construcción de una nueva fachada, aprobada por Juan de Villanueva. A mediados del s. XIX es el marqués de Casa Jiménez quien adquiere la propiedad, y a quién se le atribuye la construcción del emblemático invernadero. En ésta época se reforma de nuevo la fachada, adquiriendo un estilo isabelino que perdura en el tiempo. Posteriormente sus hijos y herederos, el vizconde de Torre-Almirante y la baronesa de Monte-Villena, dividen la propiedad en dos, creando dos accesos al edificio, que se conservan en la actualidad.