Por Tamara Martín Oeo
Hablamos del vanguardismo
Un movimiento cultural que engloba diferentes estilos y que surgió a finales del siglo XIX y principios del XX, como una forma de libertad de expresión. Caracterizado por la disconformidad con la realidad, la experimentación, la originalidad y la provocación, buscaba posicionarse contra lo establecido.
En el ámbito de la arquitectura, se generó una intención renovadora de avance y de exploración para dar forma a una arquitectura moderna que transformara lo convencional y tradicional, creando espacios diferentes y funcionales, dando menos protagonismo a la decoración. Desde la Revolución Industrial se habían logrado introducir mejoras técnicas tanto en los sistemas constructivos como en los materiales, siendo estos últimos los que se comenzaron a utilizar de forma más personal y libre por los arquitectos.
No debemos olvidar que el vanguardismo es un movimiento que tiene un inicio en el tiempo y que sigue perdurando en él, por su propio significado: novedoso y diferente a lo anteriormente conocido. Se siguen creando nuevas construcciones que han fluido en conjunción con el avance de las tecnologías y que han seguido rompiendo con lo tradicional.
Este movimiento que supuso una renovación que ha dejado huella en nuestra arquitectura, y lo seguirá haciendo, nos deja claros ejemplos muy diferentes entre sí y situados en diferentes momentos en nuestra línea temporal.
1. EDIFICIO CARRIÓN: icono sin preferentes en la Gran Vía
Es uno de los primeros edificios que surge del vanguardismo de inicios del S.XX y que no podemos pasar por alto a pesar de sus 100 años de ajetreada vida. El edificio Carrión en origen y Capitol en la actualidad, de estilo Art Decó, fue diseñado en los años 1930 por los jóvenes arquitectos Luis Martínez-Feduchi y Vicente Eced que decidieron desafiar los métodos constructivos y diseños convencionales de la época.
Podríamos hablar en pasado, pero este edificio ha seguido manteniendo varias de sus funciones principales para los que fue proyectado: alberga un gran hotel, una sala de cine y sigue decorando su fachada un gran rótulo luminoso publicitario, el más famoso de la Gran Vía. A pesar de que su fachada se alza en piedra como elemento predominante al igual que en los edificios vecinos, carece totalmente de ornamentación, sus marcadas líneas horizontales que delimitan las plantas y sus grandes ventanales de vidrio oscurecido le dotan de total sobriedad y elegancia, logrando un edificio de tintes modernos.
El desafío que presentaba la funcionalidad de este edifico, planteaba el problema de cómo resolver la luz de 30 metros en la gran sala de cine. Su diseño estructural se compuso de una viga cercheada que soportaba las cargas superiores, consiguiendo ese gran volumen en la sala. Como avance en las dotaciones de instalaciones, hay que destacar que fue el primer edificio de Madrid con sistema de refrigeración centralizada, ocupando para ello una planta completa. El moderno diseño en todo su conjunto contrasta con el resto de edificios colindantes y supuso en la época un claro ejemplo de total ruptura con el diseño arquitectónico tradicional.
2. EDIFICIO CASTELAR: luz en la Castellana
En años 80, esta singular construcción que ilumina el inicio del Paseo de la Castellana, logró convertirse en un auténtico icono contemporáneo de Madrid fruto de una concepción única y original de sus arquitectos, Rafael de La-Hoz Arderius y Gerardo Olivares.
La problemática que presentaba el desnivel de la parcela donde se iba a ubicar la torre de oficinas, no fue más que una oportunidad para realzar el edificio y hacerlo más visible al paso de los transeúntes. Su acceso a través de una larga escalinata abierta de mármol travertino y la situación del edificio en la cota más elevada, crean una amplia perspectiva del atractivo conjunto.
Para su construcción, se usaron técnicas totalmente innovadoras para tu tiempo, como fue el uso del vidrio como instrumento de control de la temperatura gracias a su doble pared en toda su fachada, así como su singular estructura suspendida y excéntrica, dando como resultado un prisma de vidrio que parece quedar completamente suspendido en el aire. Una auténtica obra maestra de nuestra arquitectura por la que parece que no pasa el tiempo.
3. MUSEO NACIONAL REINA SOFÍA: una ventana al arte
Con el ferviente crecimiento del público en el museo, se generó la necesidad de una ampliación de este. En el año 2001 el proyecto del arquitecto Jean Nouvel, que resulta ganador del concurso internacional convocado para la renovación, empieza a transformar el conjunto de edificios donde se ubica.
Los materiales y técnicas para la construcción de su ampliación resultaron muy novedosos ya que hasta ese momento no se habían empleado para las diferentes soluciones y acabados que se planteaban. Fachada interior y exterior recubierta de vidrio y composite, siendo este último un material muy versátil y ligero. El arquitecto dota al edificio de un color rojizo que lo caracteriza junto con su singular cubierta volada de hasta 36 metros que une los 3 volúmenes proyectados, creando un espacio central de encuentro y nexo para los visitantes entre las distintas y nuevas instalaciones: biblioteca, auditorios, salas de exposiciones y hasta un restaurante. Un conjunto que contrasta con el primer edificio obra de Francesco Sabatini pero que Nouvel ha sabido integrar perfectamente consiguiendo a su vez una clara diferencia de estilos.
4.CUATRO (AHORA CINCO) TORRES BUSINESS AREA: Vanguardismo en altura
Con la reciente incorporación del quinto rascacielos, este complejo empresarial ha redefinido el skyline Madrileño desde el año 2004. Los grandes avances tecnológicos y el progreso en los sistemas constructivos alcanzados en finales del siglo XX, han dado lugar a la posibilidad de proyectar edificios en vertical, un nuevo perfil arquitectónico inexistente hasta la fecha en nuestra ciudad.
Los diferentes arquitectos y estudios de arquitectura, que no podemos dejar de mencionar (César Pelli: Torre de Cristal; Foster and Partners: Torre Cepsa; Carlos Rubio Carvajal y Enrique Álvarez-Sala Walter Torre PwC; Ieoh Ming Pei y Henry N. Cobb: Torre Espacio; y Fenwick Iribarren y Serrano-Suñer Arquitectura: Torre Caleido), han contribuido con sus proyectos a transformar completamente nuestra ciudad, convirtiéndola en una urbe totalmente cosmopolita.
Sus formas redondeadas y cuadráticas bien definidas en planta, parecen perderse en su verticalidad, sus fachadas infinitas de vidrio y acero, junto con sus marcadas líneas horizontales, impactan desde cualquier perspectiva. Oficinas para sedes de diferentes empresas, embajadas, un hotel, restaurantes, una universidad y hasta una capilla se encuentran entre las distintas funcionalidades de estos imponentes edificios de hormigón y vidrio. Los sostenibles y modernos diseños de cada uno de ellos con similitudes en el empleo de materiales y en los sistemas constructivos, son únicos entre sí, generando un nuevo desarrollo urbano de nuestra ciudad con vistas a continuar su crecimiento.
5. CIUDAD BBVA: conexión y sostenibilidad
Desde el año 2015, este complejo empresarial forma parte del perfil urbano de Madrid debido a su peculiar diseño y disposición. Es obra de los arquitectos Herzog y De Meuron y se compone de un edificio de 93 metros de altura con forma casi elíptica, rodeado por 7 edificios con cubiertas ajardinadas y de planta horizontal dentro de superficie de grandes dimensiones, creando en su interior espacios abiertos y amplios para permitir una fácil conexión personal entre los diferentes usuarios de sus instalaciones.
A pesar de su apariencia sencilla, su sinuosa fachada está diseñada con un sistema de lamas fijas que visualmente generan un movimiento en el edificio según la incidencia del sol, creando luces y sombras en diferentes ángulos dependiendo del momento del día en el que se observe. Funcionalmente esta cubrición permite el aprovechamiento total de una iluminación natural en su interior y a su vez protegen el acristalamiento de la incidencia solar.
El proyecto engloba en su totalidad los diferentes aspectos sostenibles que se demandan en todas las construcciones actuales, donde se han tenido muy en cuenta la elección de materiales de bajo impacto ambiental, el máximo aprovechamiento de la luz, la reutilización del agua y la obtención de energía mediante geotermia, entre otros, para lograr un moderno y avanzado edificio con el menor impacto en el medio ambiente